Calidad del Software
Actualmente los productos de software se han convertido en herramientas estratégicas y esenciales para el cumplimiento de los objetivos organizacionales; en consecuencia, el interés por la calidad del software crece en la medida que los usuarios son más exigentes y requieren de más atributos de calidad entre ellos: rendimiento, usabilidad, seguridad, portabilidad, mantenibilidad, funcionalidad. Siendo este última, un atributo que implícitamente debe ser cubierto por las fábricas de software.
La calidad del software es medible y varía dependiendo de un sistema a otro o de un programa a otro y posee drivers y tácticas de arquitectura específicos que son fundamentales para la calidad de las aplicaciones. Una vez seleccionados los índices de calidad, se debe establecer el proceso de control que asegure un tangibe incremento en la productividad de las organizaciones; basicamente un proceso de aseguramiento comprende lo siguiente:
- Definir el software que va a ser controlado: clasificación por tipo, esfera de aplicación, complejidad, etc., de acuerdo con los estándares establecidos para el desarrollo del software.
- Seleccionar una medida que pueda ser aplicada al objeto de control: para cada clase de software es necesario definir los indicadores y sus magnitudes.
- Crear o determinar los métodos de valoración de los indicadores: métodos manuales como cuestionarios o encuestas estándares para la medición de criterios periciales y herramientas automatizadas para medir los criterios de cálculo.
- Definir las regulaciones organizativas para realizar el control: quiénes participan en el control de la calidad, cuándo se realiza, qué documentos deben ser revisados y elaborados, etc.
No se puede medir la calidad del software de forma correcta debido a su naturaleza, lo que se puede medir son los atributos que la conforman y el aseguramiento de la calidad que también se puede hacer a través de los procesos de desarrollo de software, cuando éstos operan adecuadamente traerán como consecuencia la creación de un software de calidad.
El usuario final es quien tiene la última palabra sobre la calidad del software pues su percepción estará definida por lo que tenga o no el software, es en ese sentido que la calidad del software depende de quien la juzgue y utilice.
No olvidemos que la calidad del software también puede medirse después de elaborado el producto. Pero esta decisión podría resultarle muy costosa, sí se detectan problemas derivados de imperfecciones en el diseño, por lo que es imprescindible tener en cuenta tanto la obtención de la calidad como su control durante las etapas tempranas del ciclo de vida del software.
Según el Informe de calidad mundial 2017 – 2018, en una encuesta realizada a 1.660 CIOs y profesionales senior de tecnología en 32 países diferentes, se identificó el retorno del objetivo “mejorar la calidad del software” convirtiéndose en prioridad (ver Figura 1) pues la satisfacción del usuario final dependerá de ese factor de éxito, así mismo encontrar los defectos del software antes de la puesta en marcha, se suma a una de las prácticas más comunes en los últimos años.
Referencias bibliográficas
- Libro Ingeniería de Software. Un enfoque práctico. 1998 de Roger S. Pressman
- Texto. Informes Técnicos: Un enfoque actual sobre la calidad del software (Oscar M. Fernández Carrasco1, Delba García León2 y Alfa Beltrán Benavides3)
- World Quality Report 2017 – 2018 pag. 7